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lunes, 6 de julio de 2009

Vida de Mozart

Compositor austriaco del periodo clásico. Uno de los más influyentes en la historia de la música occidental. Nació en Salzburgo, Austria-Hungría, el 27 de enero de 1756. Su amor por la música prácticamente fue inculcado por sus padres ya que ambos poseían excepcionales cualidades musicales. De esta forma, a los cinco años, Wolfgang ya componía e interpretaba. Estudió con Leopold Mozart, su padre, conocido violinista y compositor que trabajaba en la orquesta de la corte del arzobispo de Salzburgo. Además de con su padre, quien se ocupó de que tuviera una excelente formación, él estudió con los mejores maestros de la época, como Johann Christian Bach -el menor de los hijos del gran Johann Sebastián-en Londres y con el padre Martín, en Bolonia.

Con 6 años recién cumplidos su padre lo llevó de gira por Europa (Linz, París, Munich, Viena), donde alcanzó gran éxito. A ésta edad ya intérprete avanzado de instrumentos de tecla y eficaz violinista, a la vez que hacía gala de una extraordinaria capacidad para la improvisación y la lectura de partituras. Todavía hoy se interpretan cinco pequeñas piezas para piano que compuso a esa edad. Durante este periodo compuso sonatas, tanto para clave como para violín (1763), una sinfonía (1764), un oratorio (1766) y la ópera cómica La finta semplice (1768). Poco a poco se fue convirtiendo, tras una severa educación musical, en uno de los mayores genios de la historia.

En 1767 la familia se estableció en Viena, y allí el niño Mozart comenzó a escribir una misa solemne, varias sinfonías, algunos lieder y, sobre todo, empezó a cultivar el género operístico que lo llevó a los niveles más altos. En 1769, con 13 años, fue nombrado maestro de conciertos del príncipe-arzobispo de Salzburgo, hombre que no supo apreciar el talento avasallante del adolescente. Ese mismo año compuso Bastien und Bastienne, su primer singspiel (tipo de ópera alemana con partes recitadas. Al año siguiente le encargaron escribir su primera gran ópera, Mitrídates, rey del Ponto (1770), compuesta en Milán. Con esta obra su reputación como músico se afianzó todavía más. Mozart volvió a Salzburgo en 1771. El cargo de Mozart en la ciudad no era remunerado, pero le permitió componer un gran número de obras importantes durante seis años, eso sí, en detrimento de su situación económica. Como Mozart quería seguir viajando, le pidió permiso al arzobispo quien lo despidió de su trabajo. Realizó su viaje por París (1777) y por Italia, donde estrenó varias óperas. En esa época conoció a la joven cantante Aloysia Weber, de quién se enamoraría apasionadamente, pero no fue correspondido. El desengaño amoroso y el fallecimiento de su madre lo hicieron volver a Salzburgo, donde ocupó el puesto de organista de la corte y de la catedral. En este período la música de Mozart entró en su primera fase de madurez creativa, de la que nacieron nuevas sinfonías, serenatas y misas, entre las que destacan la Misa de la Coronación (1781), que fue recibida con entusiasmo. A pesar de su deseo, Mozart no pudo quedarse en París, en cuyo viaje murió su madre que lo acompañaba. Por ello, tras 16 meses, volvió a Salzburgo, donde siguió a las órdenes del arzobispo (gracias a que Leopoldo Mozart intervino para recuperar el puesto para su hijo)

Se dedicó entonces a dar clases en una casa que alquilaron para él unos amigos. Allí compuso el singspiel, El rapto en el serrallo, encargada en 1782 por el emperador José II. Ese mismo año se casó con Constanze Weber, hermana menor de Aloysia; juntos vivieron acosados por las deudas hasta la muerte de Mozart. Las óperas Las bodas de Fígaro (1786) y Don Giovanni (1787), con libretos de Lorenzo Da Ponte, aunque triunfaron en Praga, no fueron bien recibidas en Viena.

Desde 1787 hasta la creación de Così fan tutte (1790, también con libreto de Da Ponte), Wolfgang no recibió nuevos encargos de óperas. Para la coronación del emperador Leopoldo II en 1791 compuso La clemenza di Tito, con libreto de Metastasio. Las tres grandes sinfonías de 1788 nº 39 en mi bemol, nº 40 en sol menor y nº 41 en do (Júpiter) nunca se interpretaron bajo su dirección. Mientras trabajaba en La flauta mágica (1791, con libreto de Emmanuel Schikaneder), el emisario de un misterioso conde Walsegg le encargó una misa de réquiem. Esta obra, inacabada por la muerte de Mozart, fue su última composición, que terminó Franz Süssmayr, discípulo suyo. Mozart murió en Viena el 5 de diciembre de 1791, se cree que por una dolencia renal crónica. Sólo unos pocos amigos fueron a su funeral. La leyenda por la cual el compositor italiano Antonio Salieri pudo haber asesinado a Mozart carece de todo fundamento.

Y así es como termina la vida de ésta figura del clasisimo musical el 5 de diciembre de 1791 en Viena, Austria.

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